Beneficios del ejercicio físico en los niños

Nuestro ritmo de vida hace que en ocasiones pasemos demasiado tiempo sentados o acostados frente a una pantalla y nos perdamos los beneficios de la actividad física. También los niños se ven afectados por este modo de vida, tantas horas frente a la pantalla o en el colegio, aunque afortunadamente en la escuela, es de los lugares donde más actividad física realizan.

El deporte y los juegos practicados en la escuela deberían extenderse a otros momentos del día, no sólo los fines de semana, que es cuando generalmente los padres podemos estar más tiempo con ellos.

La actividad física debe ser practicada como un juego, de forma individual o en grupo, interactuando con los compañeros y de un modo habitual. Si logramos que los niños estén en movimiento, al tiempo que se divierten les llegan numerosos beneficios.

Queremos Mexicanos Activos te da a conocer los beneficios de la actividad física infantil, que nos recuerdan que nuestros hijos deben practicar deporte:

  • El niño se relaciona con sus semejantes, otros niños o adultos, comprendiendo las reglas del juego y experimentando. Se hace más colaborador y menos individual, reconociendo y respetando a sus semejantes.
  • El niño aprende (a veces poco a poco) a superar la timidéz, y amplía sus mecanismos de relación social, la seguridad y confianza en sí mismo.
  • En el deporte en grupo, el niño aprende a adquirir responsabilidades y acooperar.
  • La actividad física puede frenar los impulsos excesivos de los niños, que aún no saben controlar el etres.
  • Produce una mejora y un aumento de las posibilidades motoras del niño, movimientos coordinados, fuerza, etc.
  • La actividad física contribuye a una adecuada maduración del sistema muscular y esquelético. Huesos y músculos fuertes son la base para un crecimiento adecuado.
  • Aumenta la creación de hábitos saludables, desde la propia práctica del ejercicio, a una alimentación sana o una adecuada higiene corporal, cuestiones a las que los padres debemos contribuir con nuestro ejemplo y enseñanza.

Junto a una dieta equilibrada, el ejercicio contribuye a la regulación del peso corporal, evitando la obesidad, uno de los mayores males de la infancia de nuestro tiempo.
Son más sanos, pues la práctica regular de la actividad física, les aporta los mismos benecios para el organismo que a los adultos.

Nuestra responsabilidad como padres, es la de motivarlos desde muy pequeños, incluso desde los dos años, jugando con ellos, enseñándoles a conocer algunos deportes practicándolos juntos. Más adelante serán ellos los que elijan cuál es el que más les gusta. Lo importante es que crezcan con la inquietud por desarrollar alguna actividad física y, si es con otros niños, mejor.

No hay un deporte mejor que otro. Lo importante es que el niño se sienta a gusto y se divierta con el que ha elegido, aunque para los padres suponga el esfuerzo de llevarlos y acompañarlos al lugar donde lo practican. En este sentido, es importante que la práctica de un deporte esté supervisada por un especialista (entrenador o profesor) con el n de marcar sus límites y evitar excesos que puedan resultar perjudiciales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una hora de actividad física moderada al día, para niños de entre 5 y 17 años, pero también señala que incrementar el tiempo dedicado a su práctica únicamente aporta beneficios para su salud. En los más pequeños, los deportes aeróbicos son los más adecuados, pues les ayuda a desarrollar su coordinación, elasticidad, equilibrio y sentido del ritmo (artes marciales, paseos en bicicleta, juegos en el parque, excursiones, etc.).


A partir de 7 a los 10 años, los deportes en equipo y la competencia pueden suponer un estímulo muy adecuado, fomentando el esfuerzo, la disciplina y la competitividad, al tiempo que les permite establecer el hábito de la actividad física y mantenerlo cuando sean mayores.

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