Hay muchas clasificaciones de intensidad de la actividad física. Generalmente la intensidad se utiliza como medida de control de una actividad física, es decir, que siempre se intenta medir numéricamente la cantidad de esfuerzo que supone una actividad.
🌟 Actividad física insignificante
🌟 Actividad física ligera
🌟 Actividad física moderada
🌟 Actividad física vigorosa
🌟 Actividad física excesiva
La intensidad se puede valorar tanto de:
🌟 Forma objetiva, mediante la frecuencia cardiaca, que es el número de latidos que hace el corazón en un tiempo determinado,
🌟 Forma subjetiva, mediante la escala de Borg, que consiste en poner un número del 1 al 10, en función de la fatiga que provoca una actividad determinada.
Teniendo en cuenta que hay actividades que se clasifican directamente dentro de un cierto grado de dificultad o intensidad; por ejemplo, algunos gimnasios ofrecen actividades de alta, media o baja intensidad bien diferenciadas, siempre depende de las características de cada persona, para considerarse de una intensidad o de otra.
Por ejemplo, para una deportista de veinticinco años, salir a correr despacio, seguramente es una actividad de baja intensidad o ligera, mientras que para una persona sedentaria de cincuenta años, la misma actividad supone una intensidad muy elevada o vigorosa.
La intensidad puede determinar la duración de una actividad, de manera que un esfuerzo vigoroso es mucho más difícil de aguantar que un esfuerzo ligero. A pesar de ello, la intensidad no se asocia a la duración de una determinada actividad, sino a la fatiga o al trabajo muscular que ésta provoca.
Se pueden comparar el caso de un atleta de 800 m planos, cuya carrera dura unos dos minutos, y el de un atleta de medio maratón, que necesita aproximadamente ochenta minutos para llegar a la meta. Debido a que los dos se han esforzado al máximo y han llegado al límite de sus fuerzas, se concluye que han hecho una actividad a una intensidad extrema o vigorosa, a pesar de que el primero tenga la frecuencia cardiaca más elevada, y que haya corrido a más velocidad.
Intensidad según la escalera de Borg
🌟 Actividad física ligera
Se considera cuando la persona hace una serie de movimientos o actividad física que supone un pequeño esfuerzo. En actividades de dicho tipo de intensidad, la persona es consciente que ha hecho un esfuerzo físico, mientras hace la actividad o cuando la ha acabado, pero no tiene sensación de fatiga. Dentro de esta clasificación hay algunas actividades diarias, como son, caminar a ritmo suave, para la población adulta sedentaria, y algunos ejercicios físicos normalmente cardiovasculares, como son correr, nadar, ir en bicicleta, etc., a baja intensidad, para personas deportistas.Durante el desarrollo de estas actividades, la frecuencia cardiaca se encuentra entre el 55% y el 65% de la frecuencia cardiaca máxima, esto es, entre 93 y 110 latidos por minuto en una persona de cincuenta años, y la percepción del esfuerzo es baja, es decir, la persona siente que ha hecho ejercicio pero no está fatigada, entre el 2 y el 4 en la escala de fatiga. Es fundamental para la salud hacer de 30 a 60 minutos de actividad ligera y moderada todos los días
🌟 Actividad física moderada
Se considera cuando la persona hace una serie de movimientos o actividad física que implica un esfuerzo considerable, o sea, que la actividad que ha hecho le supone una cierta sensación de fatiga durante la realización y un rato después de haber acabado. Algunas actividades diarias, como por ejemplo caminar rápido o llevar a cabo un trabajo físicamente activo, sin que tenga un esfuerzo físico muy grande. Es preciso señalar que la mayor parte de ejercicios físicos que hace la población en general, se encuentran, o se tendrían que encontrar, dentro de este nivel de esfuerzo.En estos casos, la frecuencia cardiaca se encuentra entre el 65% y el 75% de la máxima, lo que equivale a 110 y 128 latidos por minuto en una persona de cincuenta años, y una percepción del esfuerzo considerable entre 4 y 6 en la escala de fatiga. Es fundamental para cualquier persona adulta, hacer de 30 a 60 minutos diarios de actividad moderada, para la actividad física saludable.
🌟 Actividad física vigorosa
Es una serie de movimientos o actividad física que implica un esfuerzo muy elevado o máximo, es decir, cuando la actividad que ha hecho le supone una fatiga elevada durante la realización del esfuerzo y durante las horas e incluso los días posteriores. Normalmente, las actividades que entran en esta clasificación son los ejercicios físicos intensos, como nadar a ritmo elevado, ir a correr rápido, hacer ejercicios de fuerza muscular con bastante de peso, practicar un deporte de forma amateur, etc.La frecuencia cardiaca está entre el 75% y el 95% de la máxima, o sea, entre 128 y 162 latidos por minuto, en una persona de cincuenta años. En cuanto a la percepción del esfuerzo, hay una puntuación entre 7 y 10 puntos en la escala de fatiga, esto es, se siente muy fatigada. Este tipo de actividades no son necesarias para llevar una actividad física saludable, a pesar de que tampoco son perjudiciales si se llevan a término correctamente.
🌟 Actividad física excesiva
Es cuando la persona ha sobrepasado el límite en que una actividad puede comenzar a considerarse perjudicial. En lo que concierne a las características del esfuerzo, la frecuencia cardiaca, la fatiga, etc., es parecido a la actividad física vigorosa, con la salvedad de que en este caso es perjudicial para la salud, sobre todo porque la persona no está preparada o porque hace estas actividades demasiado tiempo.Este tipo de actividades tienen un gran porcentaje de probabilidades de provocar lesiones agudas, o crónicas que se arrastran durante toda la vida. Normalmente las actividades de este grupo, son los deportes practicados de forma profesional, con un entrenamiento vigoroso durante largo tiempo, y las profesiones físicas repetitivas.